EL ALA QUEBRADA
Una fantasía ha cruzado siempre mi mente. Me sentía volar
como un pájaro, con el viento empujando mis alas abiertas hacia arriba,
sosteniéndome mientras planeo alto, muy alto.
Desde arriba lo veo todo, pequeño, muy pequeño. Allá donde
veía montes inmensos, ahora veo diminutas elevaciones multicolor,
responsabilidad de la arboleda que las adorna y de los cultivos que las
enriquecen.
Miro más allá y está el mar. Se extiende hasta donde mis
ojos no son capaces de ver.
Vuelvo la cabeza a un lado y allí está. No puede volar
porque tiene un ala quebrada. Pero lo intenta. Sé que, porque lo intenta, lo
conseguirá. No me permito sucumbir a la tentación de ayudarle. Sé que debe
emprender el vuelo, su vuelo, no el mío. Le observo y le animo.
Me mira con sus vivos ojos. No sabe qué pasa, por qué no
puede volar. Lanza una mirada de súplica. Sé que no puedo acudir. Lame sus
heridas, fruto de batallas perdidas y comienza a renacer.
Sueño con que un día alzará el vuelo y planeará a mi lado.
Mientras tanto, veo el horizonte y vuelo hacia él. Confío
en él. Seguro me alcanzará.
Seguro ;-) Gracias.
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